ARENA.
Buscar el instante que se deshace entre los dedos, buscar la arena del tiempo y tratar de permanecer, tratar de recobrar la magia del instante que es mágico porque instante, socavar mil y una minas de costumbre y encontrar la vuelta al reloj, gritar eureka, iracunda y eufórica, porque ahí está, entre el pliegue de tu codo y el lunar de tu mejilla, entre la luna y la poesía, esa porción milenaria de nada que todo lo explica, esa asíntota de silencio que vulnera al deseo, ese cerrarse de ojos de la tierra, de la arena que se deshace entre los dedos.
Buscar el instante que se deshace entre los dedos, buscar la arena del tiempo y tratar de permanecer, tratar de recobrar la magia del instante que es mágico porque instante, socavar mil y una minas de costumbre y encontrar la vuelta al reloj, gritar eureka, iracunda y eufórica, porque ahí está, entre el pliegue de tu codo y el lunar de tu mejilla, entre la luna y la poesía, esa porción milenaria de nada que todo lo explica, esa asíntota de silencio que vulnera al deseo, ese cerrarse de ojos de la tierra, de la arena que se deshace entre los dedos.
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